Arles
ARLES Por Amalia Sato Los primeros occidentales que tomaron contacto con Japón fueron los españoles y los portugueses. Kastera (de castilla, un bizcochuelo muy liviano, cuyo secreto radica en batir mucho la preparación) y tempura (de tempora, las frituras del tiempo de la Cuaresma, cuyo secreto es echar la pasta casi helada en el aceite caliente) son palabras que revelan esos contactos. También algunos arriesgan una etimología especulativa para arigato (que vendría de un deformado obrigado del portugués). Tras la expulsión, hubo cultos marianos secretos sobre todo por el sur de Japón. La sífilis fue, para los japoneses, el mal de los portugueses (nambakassan). Y de Asia en Brasil: la sombrilla, el palanquín, el abanico, el bastón, las colchas de seda, las tejas a la moda china o japonesa, las porcelanas, las especias, los cocoteros, el mango, la yaca, la canela, el cuzcuz, los fuegos artificiales (el Reveillon de Rio con el culto a Iemanjá), la moda de las joyas y los aderezos tomado...